Las marcas se lavan la cara. Breve introducción al rebranding

por | May 4, 2022 | Branding, Desarrollo de Negocio, marketing | 0 Comentarios

 

Antes de empezar a hablar del rebranding una breve introducción al branding no nos vendría nada mal: El branding, o gestión de marca, es herramienta al servicio del marketing que combina diferentes elementos, tangibles e intangibles para construir una determinada imagen en la mente y también en el corazón de los consumidores. Dichos elementos van desde los más visuales y tangibles como un logo, un claim o un diseño concreto de los packagings, hasta otros más etéreos pero igual o más importantes como los valores, el propósito o el posicionamiento que la propia marca suscita en nuestras cabezas.

Ahora que nos hacemos una idea de lo que es el branding, vamos a hablar de una de las soluciones cuando este no funciona, o ha quedado desfasado. El rebranding.

Como hemos visto a lo largo de los años, una marca es prácticamente como un ser vivo, ya que nace, crece (y/o decrece) y sobre todo, se relaciona con el entorno hasta que en muchos casos inevitablemente “muere”. Que este último paso se cumpla o no, en gran parte es resultado de la capacidad de las marcas para adaptarse al cambio y a las nuevas demandas de los consumidores. Ya que si bien, los pequeños cambios y adaptaciones que van haciendo las empresas en sus argumentos para adecuarse a los cambios, no pueden ser considerados rebranding como tal, hay veces que a lo largo de la “vida” de muchas marcas, un cambio de identidad a gran escala, es la única solución para no desaparecer. Y esto es, lo que a grandes rasgos es el rebranding.

Pero entremos un poco más en detalle. El rebranding de una marca puede entenderse como el cambio de identidad de la misma, ya que es una técnica que de nuevo mezcla elementos estéticos, visuales y tangibles, con otros más heterogéneos para reconstruir una imagen (que en muchos casos ha estado dañada previamente) dentro de la mente de los consumidores.

En muchos casos pero no en todos. Ya que los motivos por los que una marca debería plantearse un lavado de cara pueden ser varios, y no necesariamente este cambio tiene que ir precedido de un escándalo que haya dañado la imagen de la marca, si no que también puede ser por iniciativa propia, para adaptarse al mercado, la actualidad, el público etc. Si bien es cierto, el rebranding ha sido en muchos casos, la salvación a identidades dañadas por escándalos, mala prensa… y eso que no siempre funciona.

Tenemos que saber que un cambio en la identidad corporativa, es un proceso largo y muy costoso, que afecta a todos los aspectos de la empresa tanto a nivel interno como a nivel externo y que puede implicar desde un mail corporativo para trabajadores hasta el uniforme o la frase de bienvenida de los empleados de tu establecimiento. Es un cambio integral y a todos los niveles, que bien aplicado puede conllevar un positivo giro de 180º a cualquier marca, por perdida que esta pueda parecer. 

Imagen: Pixabay

 

 

 

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