La tipografía es una parte importante de cualquier logotipo o diseño web. Tiene la capacidad de crear interés sobre un producto y resaltar el mensaje que desea transmitir.
La palabra tipografía proviene del griego «typos», que significa molde, y «graphein», que quiere decir escritura. Es «el arte de colocar letras» para lograr que el texto se acomode estéticamente de acuerdo con la composición y el propósito del material.
La historia de las tipografías se remonta a los tipos móviles utilizados en las primeras imprentas, los cuales tenían una cantidad muy limitada de modelos. Los tiempos cambian y la tipografía ha evolucionado muchísimo, hoy en día podemos contar con un sinfín de tipografías para utilizar en las composiciones visuales del mundo digital e impreso.
Con la tipografía conseguimos aumentar la eficacia de un mensaje, pueden comunicarse ideas o sensaciones que estén relacionadas con la personalidad de una marca o una empresa.
Consigue dar un significado al brand al igual que los colores a un diseño.
Los tipos de tipografias:
Con serifa, conocidas como las letras romanas, son aquellas que se caracterizan por tener decorados o remates (llamados serifas o patines) en los extremos. Da una imagen Old Style
Sin serifa, son caracteres más limpios y modernos limpios y modernos
Itálica, imita el trazo hecho a mano. Sirve para llamar la atención en los títulos, pero no se recomienda para un cuerpo de texto por su baja legibilidad.
Display, las letras tipo display se caracterizan por ser singulares y transmitir desenfado, creatividad, innovación y originalidad. Definitivamente no se recomiendan para textos largos. Algunos ejemplos representativos son: Ruslan Display, Swift y Outlaw.
La tipografia define el tono de como te relacionas con tu público, los valores que transmites. Es por eso que es importante elegir la tipografía justa y entender por qué la está usando.
Fuente: Hubspot Blog