El greenwashing

por | Ago 4, 2020 | Comunicación corporativa | 0 Comentarios

Quizás hayas escuchado el término greenwashing muchas veces, pero ¿qué quiere decir realmente? La definición nos dice que son un conjunto de prácticas que las empresas e instituciones utilizan para lavar su imagen mediante la publicidad. Las nuevas generaciones sólo apoyan a las marcas que tienen visión a largo plazo y un propósito que vaya más allá del beneficio monetario. El greenwashing tiene su origen en los años 60, gracias a la denuncia del movimiento ecologista. No obstante, es una práctica que va llegando a su fin. Por un lado, el cambio climático y la conservación del medioambiente suponen uno de los temas de mayor calado, preocupación y concienciación, especialmente en las nuevas generaciones. Por otro lado, las herramientas que los consumidores tienen a su alcance para poder verificar todo lo que se comunica son cada vez mayores en un momento en el que existe una crisis de confianza en todos los ámbitos de la sociedad, la política, la empresa y los medios de comunicación. Además, la reputación supone el intangible más valioso para cualquier empresa y ésta solo se puede construir y mantener a lo largo del tiempo si existe una coherencia entre lo que dice y lo que hace, sobre todo en un momento en el que todos exigimos conductas responsables y compromiso medioambiental y social. La empresa comprometida se reconoce por asumir un «propósito» que le permita trascender los temas económicos y enfocar su gestión empresarial. Puede ofrecer a sus clientes un producto o servicio de calidad a un precio justo y derivado de procesos ambientalmente amigables y ganar la preferencia y fidelidad del mercado. Aunque esta forma de actuar no sea siempre la más rentable a corto plazo, sí evidencia que es la única forma de hacer negocios a largo plazo y contar con el apoyo de la sociedad. Entre greenwashing y construir reputación existe un gran abismo. Comunicar la labor comercial realizada o los estándares de calidad de un proceso es una responsabilidad de la empresa, que modela conductas en otros organismos o actores sociales y a la vez genera valor, al fortalecer su reputación, ganar la confianza de sus clientes y aumentar el orgullo de sus colaboradores.Convertirse en una marca respetada y valorada por los usuarios no sólo consiste en poner a disposición un producto de calidad a buen precio. Es vital la gestión responsable de la organización y dar a conocer de forma transparente y consistente su propósito, impacto y compromiso. Tratando de sacar partido de esta nueva tendencia, algunas marcas simplemente se maquillan para lucir como environmental friendly sin serlo necesariamente y esto, en esta nueva era de la digitalización donde el usuario, el cliente está muy informado, es contraproducente. Fuente: Control Publicidad

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