La digitalización en la logística
Los avances tecnológicos y la introducción del internet de las cosas (IoT) en la vida privada de las personas han empoderado al consumidor, facilitándole, entre otras cosas, poder comprar productos online sin necesidad de moverse de casa. Esta revolución del ecommerce ha contribuido a que sectores como el de la logística se convierta en clave en nuestra sociedad actual. A esto se le une el gran impulso que la crisis del coronavirus está suponiendo para la digitalización. Se dice que en 4 meses las empresas han avanzado digitalmente lo que tendrían programado hacerlo en 3 años, y la logística no es ajena al avance, muchos procedimientos ya están automatizados, pero, ¿cual es el verdadero nivel de digitalización en la logística?
En la actualidad los procesos logísticos tienen un componente muy alto de digitalización, los códigos RFID o la lectura d códigos QR y códigos EAN permiten al operador logístico mantener un control total sobre el stock de sus almacenes, controlar la ocupación o incluso optimizar los procesos. En la logística NO SER DIGITAL es estar fuera del juego, no se concibe un operador logístico sin un nivel de digitalización e implantación de herramientas digitales para el control.
A la gente no le interesa cómo se mueve o se almacena un producto, ni lo que un socio del canal de distribución tuvo que hacer para ponerlo a su disposición, más bien, el cliente piensa en la distribución física en los términos del nivel del servicio o con qué rapidez y confiabilidad una compañía puede ofrecerle lo que desea.
Pero, ¿se precisa más digitalización? El reto es saber dónde está el límite; se corre el peligro de ser digital por ser digital, perdiendo el foco que la digitalización es una herramienta para terminar siendo un objetivo por sí mismo. Cuando tomamos la digitalización como «objetivo» en lugar de herramienta, eso hace que los recursos de la empresa se inviertan de forma inadecuada, aumentando el coste y reduciendo el margen y la competitividad. Estaremos mirando las herramientas digitales de espaldas al cliente.
La logística no solo debe considerar a la persona o a la empresa que utiliza un producto o servicio para uso individual o como componente para crear otros productos, sino que necesita tomar en cuenta además a los clientes intermedios, tales como los distribuidores y los minoristas. Es decir, para realizar la planeación de la cadena de suministro, el sistema necesita conformarse de diferentes canales de distribución y obtener la información concerniente a las ventas y al uso del producto.
La transformación digital tiene que tener siempre en el centro al cliente, esa él la figura relevante. En sectores como la logística ya hay un gran camino de digitalización, pero es sobre todo en operaciones de carácter «interno», ahora es el momento de poner en manos de los clientes esas herramientas, de estar a la altura de sus expectativas. Es necesario adaptar las formas de trabajo para poder cumplir las expectativas.
En este panorama nace el nuevo “logístico digital”, es clave que la dirección logística este sumergida 100% en conocimientos digitales. La forma de aprovechar al máximo las herramientas digitales es saber utilizarlas en su totalidad, y eso empieza con el conocimiento del equipo directivo. En la actualidad se requiere una dirección que convine los conocimientos propios logísticos, un claro perfil comercial para poder conectar con el cliente, y una madurez tecnológica. Además, el directivo logístico debe de ser capaz de unir esas características y saber transmitir en un mensaje claro a su equipo todo ello.
Lo más importante para el «nuevo» directivo logístico es no dejarse llevar por la ola de la Transformación Digital, debe comprender que todo requiere de un aprendizaje por lo que adquirir ese conocimiento digital será primordial. Y que una vez adquirido, no dejará de aprender día a día, es parte de la «nueva realidad» para el «nuevo» directivo logístico.
Fuentes: mascontainer.com y http://informacionlogistica.com/